Pues sí, es legítimo que tú, con tus años, te caigas, te cabrees, te entristezcas... o que no sepas por dónde seguir caminando. Por otra parte, hay una buena noticia:¡eso es que estás viv@!

 

La mayoría de veces, las personas acuden por síntomas generales, como una ansiedad fuerte que dificulta el día a día, "ataques de pánico" (sentir que te ahogas, hiperventilar, creer incluso que vas a morir), o una tristeza desbordante...

 

Esos síntomas son la luz de emergencia que te indica que algo va mal. Como adult@, es tu responsabilidad hacerte cargo de ti...y oir esas señales. La luz de emergencia sólo nos indica que algo va mal, pero no suele ser el porblema real...detrás podemos encontrar muchas cosas: una vida estresante con un horario asfixiante, dificultades en la pareja o en las relaciones, una sobrecarga de responsabilidades, expectativas o deseos incumplidos, viejos conflictos que vuelven...

 

Todo es aprendizaje...y tengas la edad que tengas, el aprendizaje continúa hasta el último día de este viaje.